sábado, 31 de mayo de 2014

Not Without My HUSBAND

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“¡ay de él/ella que no tiene patria!”. Mucho amor. EN RESISTENCIA Y LUCHA, OLR”.

 

 
 
Pueden preguntarles a los palestinos y toda su descendencia, sobre todo a los que han sido obligados a ir por el mundo con la etiqueta de “refugiados” y que viven condenados al limbo jurídico y la indiferencia internacional. 

 
Cuando mi esposo me conoció lo primero que me dijo fue; “Antes de cualquier cosa debes saber que soy hijo de refugiados palestinos, con documentación egipcia viviendo en Libia.” No tenía idea del trasfondo de sus palabras, de porqué era tan importante para él dejar claro ese punto y por tanto tampoco imaginaba las implicaciones de ser descendiente de refugiados palestinos.

 Ahora cada vez que su “nacionalidad” resulta ser el obstáculo para dar un paso adelante y me sobrecoge su sentimiento de impotencia y frustración. Mi esposo me mira conmovido y me dice; “Cuando te advertí era el momento de salir corriendo y no lo hiciste, inocente Aziza”. Entonces reímos juntos para tratar de sobreponernos a la realidad que el hombre ha creado para pisotear y condenar a otros. Le digo; “No corrí porque no sabía lo que significaba [reímos más fuerte], pero ahora ya es muy tarde para salir corriendo, ahora te amo y tu causa también es la mía.

 

“Soy un hombre sin patria Aziza”, dice mi esposo.

“Hani, ahora yo soy tu patria”, le contesto.

“Tú eres mi tierra, mi mar y mi cielo.” Dice mi esposo. 

“¿Estoy en tu corazón? Le pregunto mirándolo a los ojos.

Entonces me toma la mano se la coloca en el lado izquierdo de su pecho y me dice con voz ahogada; “No. No estás en mi corazón, porque no tengo. El día que te conocí te lo entregué para que latiera junto al tuyo dentro de tu pecho. Esto que sientes es sólo el eco que dejó y me recuerda que mi corazón te pertenece y que si palpita es porque el tuyo también lo hace.

 -Ante la inseguridad que se vive en Libia y la advertencia de la embajada de Estados Unidos para que los ciudadanos estadounidenses abandonen de inmediato el país, gente que me quiere mucho y se preocupa por mí me han sugerido que me monte en un avión lo antes posible y me regrese a Puerto Rico, mi patria. Tal vez el temor de que algo malo me suceda les nubla el pensamiento y son incapaces de entender lo que mis padres y hermanas han entendido y respetado…

¿Recuerdan la película “Not without my daughter”? Bueno pues en mi caso, “Not without my husband”. ¿En una situación similar podrían ustedes dejar a su esposa o esposo atrás? Yo, no.

 
             Daritza Rodríguez-Arroyo, Todos los derechos reservados de autor / copyright©.

sábado, 24 de mayo de 2014

Microrrelatos: Dos cosas para contar

Mi suegra y yo
Hoy tocó a la puerta mi suegra. Traía consigo una bolsa de tomates. Parece que ayer vio que se me habían terminado y sabe que para mí el pan, el queso, los tomates con ajo y aceite de oliva son alimento de cada día. Me pregunta en árabe si estoy bien. Le contesto “Ana quais”, queriéndole
decir que sí, que estoy bien. Me besa, me abraza, me toma la cara entre sus manos, me mira fijamente con esos ojitos chiquitos y líquidos, y me dice con una ternura inmensa;  -Aziza, I love you very much. Le digo; -Ana bahebek aktar Mama (que yo también la quiero mucho). Y le besé la mano que luego me llevé hasta mi frente (gesto de sumo respeto y amor para con las madres y abuelas).
Le digo; “Hani, quais” (que Hani, mi esposo es bueno). Me toco el corazón y le digo; "My husband is good husband, good heart". Mi suegra me mira de la misma manera que lo había hecho antes y me dice en árabe; -Aziza, tú también eres buena. Yo me echo a llorar y nos abrazamos. ¡Dios es justo!

                                                                             Vas a escribir
Una vez una querida amiga "tarotista" miró las cartas y sonrió de manera especial; una de esas sonrisas chispeantes que se producen al descubrir algo agradable. Y dijo; "Vas a escribir cosas muy bonitas, cosas que se van a leer. Es algo muy especial".

En el momento no le presté mucha atención, como muchos, había acudido a ella en medio de una crisis por "mal de amor". Ya luego con el tiempo de vez en cando recordaba el momento, su carita siempre linda, sonriendo iluminado como ella acostumbra hacerlo y me parecía escucharla diciéndomelo pero embelesada en las cartas. Entonces me asaltaba la intriga. ¿De qué estaría hablando Melissa? Y ahora, me ha quedado todo muy claro. ¡Maktub! Los Relatos de Aziza, Viviendo Libia…



        Daritza Rodríguez-Arroyo, Todos los derechos reservados de autor / copyright©.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Bodas libias I y II

¡Ya subió!


Segunda parte en END: http://www.elnuevodia.com/blog-bodaslibias(segundaparte)-1787660.html

Primera parte en END. Espero que les guste. Enlace: http://www.elnuevodia.com/blog-bodaslibias(primeraparte)-1776703.HTML


Caricatura del libio Mohamed Zwawi: Jaima nupcial
 

Ululeo

Estampa de boda tradicional

Celebración de hombres en Jaima