![]() |
Click to Zoom |
Pasamos un día de lo más chévere. Aunque era un viaje pensado, la invitación vino por sorpresa, a último minuto y por parte de Faraj. Eran las 2:00 p.m. del día del sermón (jumma) -día viernes- y hora en que los hombres ya han llegado de la mezquita y las mujeres se supone estén a punto de poner la mesa. Digo se supone, porque en mi caso a esa hora es que comienzo a ver qué es lo que voy a cocinar. Cuando Marido recibió la llamada sólo había una olla de agua hirviendo sobre la hornilla, así que sin pensarlo contesté en afirmativo a su consulta y le confirmamos a Faraj.
Mientras Marido vaciaba la
alacena en una bolsa, yo me envolvía la cabeza y me aseguraba que la ropa a
utilizar me cubriera lo suficiente el trasero, eso evita tener a Marido todo el
día detrás de mí bajándome la blusa o mirándome con insistencia para que sea más
cuidadosa con mi vestimenta cuando salgo a la calle.
Ya listos tocaron a la puerta,
era Mohammad el esposo de Nana. Como el viaje pensado los incluía a ellos, le
dije a Marido que los invitara, pero Mohammad contestó que ese tipo de viaje
precisa arreglos, no es cosa de hacerse a último momento.
No sé qué le habrá dicho Marido,
que lo hizo cambiar de opinión y paquetes en mano esperamos frente a nuestra
puerta por Mohammad, Nana y los chicos. Nana tardó tanto, que ya picando las
3:00 p.m. estábamos todos frente al edificio esperando por ella y con el temor
de que -conociéndola- estuviese cocinando. Los niños estaban felices, ya saben,
para ellos de entre 6 y 2 años de edad y extranjeros, no es fácil vivir
enclaustrados en un apartamento en el cuarto piso de un barrio libio.
El tráfico estuvo descomunal, ya
les he comentado que la ruta que va de Bengasi al este se ha convertido en el área
de mayor actividad, ha sustituido por completo el centro de la ciudad. Entre la
kilométrica fila de autos para la gasolina que clausura todo un carril en diferentes tramos, los funerales hacia el improvisado cementerio, el
nuevo mercado de frutas y vegetales, y los puntos de cotejo del ejército,
nuestro viaje que en situación normal tomaba 45 minutos, se tomó exactamente
dos horas.
Eran las 5:00 p.m. cuando llegamos al “Parque de Piedra” y Faraj -que había llegado antes- ya estaba buscando lugar para estar. El parque estaba repleto, familias retozando, cocinando al aire libre y jugando. Conseguimos dos mesas; ya saben, una grande que nuestros maridos destinaron para mujeres y niños, y la pequeña para ellos tres continuar hablando sobre lo mal que va el país y ese tipo de cosas que por lo regular hablan los hombres cuando están “entre ellos”.
Eran las 5:00 p.m. cuando llegamos al “Parque de Piedra” y Faraj -que había llegado antes- ya estaba buscando lugar para estar. El parque estaba repleto, familias retozando, cocinando al aire libre y jugando. Conseguimos dos mesas; ya saben, una grande que nuestros maridos destinaron para mujeres y niños, y la pequeña para ellos tres continuar hablando sobre lo mal que va el país y ese tipo de cosas que por lo regular hablan los hombres cuando están “entre ellos”.
Como ninguna de las allí presente
había cocinado y la premura sólo había dado oportunidad de colectar las golosinas
de nuestras respectivas alacenas, sin chistar fui la mujer designada para
solicitarle a los maridos que ordenaran la comida, que teníamos hambre.
Tan pronto regresé a la mesa de
las féminas, se acercaron los hombres a pedirnos el dinero para poder comprar
el almuerzo. Tremendo ataque de risa porque Nana, Reem y esta servidora abrimos
nuestras carteras y le entregábamos el dinero de a poquito con caras de… ¿Quiénes
son las oprimidas? Bien que existen en este y en muchísimos países, pero es un
tema que como casi todo, no es para ser generalizado.
El servicio del lugar suele ser bastante eficiente -aquí en Libia con la comida no se juega- pero para nuestra sorpresa llegó una
bandeja menos e hicimos la protesta de las cucharas rebeldes; “¡Otra bandeja! Que
ustedes son tres y de ésta comerán seis”.
Allá fue Faraj y ordenó la
bandeja restante. Nos dio por pensar que por gordas nuestros maridos nos habían
puesto en régimen dietético sin consultarnos. Mientras ellos alegaban que era
consecuencia de la crisis económica. Wafaa protestó diciendo que en la primera
bandeja habían servido la mitad de un pollo. Inspeccioné el pollo y se veía
defalcado, solicité la presencia de uno de los hombres y llegó Marido. “Éso, es
un pollo sin cabeza. ¿A caso quieren les incluyan el pescuezo y el pico?” Dijo
Marido con cara seria y voz firme –así se comporta fuera de casa, bueno, así
son los tres- y Wafaa, la hija de Faraj
le repicó igualmente seria, firme y mirándolo a los ojos; “Amu (tío) Hani, es
un pollo sin cabeza y sin la mitad de la pechuga”.
¡Que relajo!
Luego del almuerzo repartimos las
golosinas y los refrescos, hicimos caminata, todos jugamos con los niños y las
chicas hasta bailamos “Dabka" 1 (danza popular de los países "Sham"2 ).
Las mujeres no cocinamos y pudimos estar “entre nosotras” hablando cosas que no se hablan igual con ellos en frente -lo mismo les aplica a ellos, porque para todo hay su lugar y momento; no aporta nada el estar siempre segregados, pero el separarnos de vez en cuando se disfruta bastante. Los niños por su parte, habían estado corriendo, jugando, en movimiento… todos al aire libre.
¡Lo necesitábamos! ¡Lo disfrutamos! Bien que regresamos a casa bendecidos y agradecidos a Dios, esperando lo mejor del porvenir de todos.
Glosario:
1. La dabka o dabke (en árabe دبکة) es un baile popular de Oriente Medio. La pronunciación dabka es la estándar, mientras que dabke refleja la pronunciación popular de algunas zonas como Líbano, Siria, Jordania, Israel, Palestina, etc. Ambas se escriben igual en árabe. A menudo se traslitera también dabkah o dabkeh.
2. País de Sham:
El País de Sham (en árabe بلاد الشام Bilād ash-Shām) es también llamado Siria Histórica o la Grande Siria. Este territorio es una región histórico-cultural de Oriente Medio que comprende, aproximadamente, los actuales Estados de Siria, Líbano, Jordania, Israel, los Territorios Palestinos y el Sandjak de Alejandreta (actual Provincia de Hatay), este último se encuentra actualmente en manos turcas.
En ocasiones se excluye del concepto a la región compartida por Siria e Irak llamada Yazira.
Esta región era conocida como "Siria" a secas hasta que la división de la zona, oficializada en la Conferencia de San Remo de 1920, restringió el término a lo que hoy es la República de Siria. En un contexto histórico, por tanto, «Siria» puede seguir designando a toda la región.
Sin embargo, lo más frecuente es que en la actualidad, para diferenciar ambos conceptos, se añadan los adjetivos mencionados o se utilice el nombre árabe. El nombre Sham es una de las denominaciones árabes de la ciudad de Damasco. En árabe se utiliza con frecuencia la expresión Bilād ash-Shām, así como el adjetivo derivado shāmī (m) - shāmiyya (f) para referirse a toda la región (que comparte numerosos rasgos culturales), mientras que para el Estado de Siria se usa la voz Sūriyā, anteriormente empleada solo por los cristianos orientales para referirse, sobre todo, a la Iglesia ortodoxa siria.
En ocasiones se excluye del concepto a la región compartida por Siria e Irak llamada Yazira.
Esta región era conocida como "Siria" a secas hasta que la división de la zona, oficializada en la Conferencia de San Remo de 1920, restringió el término a lo que hoy es la República de Siria. En un contexto histórico, por tanto, «Siria» puede seguir designando a toda la región.
Sin embargo, lo más frecuente es que en la actualidad, para diferenciar ambos conceptos, se añadan los adjetivos mencionados o se utilice el nombre árabe. El nombre Sham es una de las denominaciones árabes de la ciudad de Damasco. En árabe se utiliza con frecuencia la expresión Bilād ash-Shām, así como el adjetivo derivado shāmī (m) - shāmiyya (f) para referirse a toda la región (que comparte numerosos rasgos culturales), mientras que para el Estado de Siria se usa la voz Sūriyā, anteriormente empleada solo por los cristianos orientales para referirse, sobre todo, a la Iglesia ortodoxa siria.
© 2013-2015. Los Relatos d Aziza.
Todos los derechos reservados.
Nota: Un blog se nutre de la participación
de sus lectores. Agradezco sus comentarios bajo esta publicación.
Saludos. Tienes razón cuando dices que es calidad de tiempo y no necesariamente cantidad. Un abrazo boricua a tu esposo , familia y amigos que te apoyan. Me encantan tus relatos. Muchas bendiciones.
ResponderEliminar¡Gracias Iris! ¡Abrazote boricua!
EliminarQue lindo! Estoy conociendo a un muchacho palestino y tu blog me ayuda mucho! Por favor aconsejame
ResponderEliminar¡Saludos Marian! Te invito al grupo MEDUM en Facebook. Solicita entrada hay mucha información de mujeres comprometidas y casadas con musulmanes de todas las nacionalidades. Enlace: https://www.facebook.com/groups/grupomedum
Eliminar¡Me encanta ver que tengan estos momentos de distracción en los que te ves tan feliz, viviendo la vida a pesar de la adversidad!
ResponderEliminar¡Gracias mi amiga!
EliminarEse paseíto sirvió para recargar energías. A la verdad que lo necesitaban. Me alegro tanto por ustedes.
ResponderEliminar¡Definitivo! ¡Un abrazo Jady!
ResponderEliminar