Un día como hoy hace un año:
Puerto Rico y la gente que más amo
Un día como hoy, hace 12 meses
estaba de visita sorpresa en Puerto Rico, abrazando a mis padres y hermanas, repartiendo
regalos y comiendo dulces turcos y árabes en el balcón del campo, allá en Fátima,
mi barrio, en mi querido pueblo de Vega Alta. Sorprendí a mi sobrina Adriana a
la salida del colegio, se emocionó tanto que ni siquiera pudo emitir palabra. Visité
a mis tías casa por casa, como si fuera
un asalto navideño, una parranda; y ellas gritando de la emoción, junto con las
primas. Recuerdo las llamadas de los amigos y amigotas para organizar las
salidas y los encuentros; apenas habían pasado seis meses desde aquel 24 de
abril en que me despedí en llanto, pero con el corazón palpitando fuerte
anhelando el encuentro con mi amado.
Un día como hoy lo único que
importaba era abrazar largo y apretado, besar muchas veces y grabar en el
recuerdo todos esos rostros felices que son parte de mi historia. ¡Qué fuerte
es tener el corazón lleno de amor pero partido en dos!
Aquí en Libia tengo a mi amado, a
mi compañero de vida, a mi esposo, quien me ha demostrado lo que es amar con
verdadero compromiso y entrega. Allá en Puerto Rico están los padres y las
hermanas que en la mayor muestra de amor incondicional me respaldaron en mi
decisión desde el primer momento, a pesar de lo que ello implicaba para sus
corazones de padres, de familia. Mami Santa y Papi Edwin, tuvieron la madurez
emocional para hacer mi felicidad la suya. Esta historia comenzó hace tres años
y a pesar de la distancia y gracias a la tecnología mis padres, miembros de mi
familia y círculo de amistades, le han abierto los brazos a mi esposo y lo
esperan con ilusión; han visto que su hija, su hermana, su sobrina, su prima y
su amiga está lejos pero feliz, junto a la persona que ama.
El día que me tocó volver a
partir, volver a despedirme y renovar la promesa de regresar algún día, mi
madre se sentó a escribirle una carta a mi esposo pidiéndome que por favor se
la tradujera. Mi madre había observado que a pesar de estar feliz compartiendo
con todos ellos, ya extrañaba demasiado a Habibi y estaba ansiosa por regresar
a su lado. Después de pasar unos días en Estambul, regrese a Bengasi un 26 de
noviembre. Mi esposo abrió el sobre y me entregó la postal para que le
tradujera, según leía y traducía a mi esposo se le humedecían los ojitos y a mí
se me hacía un nudo en la garganta, fue imposible el no llorar con los sentimientos
de mi madre hechos palabras. ¡Somos bendecidos!
Relato del 10 de octubre de 2013 en mi perfil personal: Vega Alta, Puerto Rico
Para que todos entiendan el
asunto del césped. Solo mi hermana Yazira sabía que yo vendría, para mis padres
sería una sorpresa. Bajé del carro de mi amiga Rose y vi a mi Papá bajando las
escaleras y como vestía el “hijab” cubriendo el cabello, pensé que Papi me
reconocería. ¿Qué otra persona podría llegar a casa vestida así? No fue así.
Le digo en voz alta, ¡Salam
Aleikum! Y contesta en tono de broma,
-¡Aleikum Salam! y me están
pisando el césped. Refiriéndose al carro de Rose.
Quedé sorprendida por su frialdad
y Rose se puso nerviosa y se montó en el carro para estacionarlo fuera de la
grama. El ni siquiera se movió y tanto mis hermanas, Yazira, Glenda y mi “primo-vecino-como
hermano” David se quedaron tan sorprendidos como yo de la reacción tan fría y
seca de mi padre. Entonces pensé, bueno Dari cada persona reacciona diferente, sólo
ve y abrázalo. Pero me sentí mal porque mi Papa es bien expresivo y cariñoso
con todos nosotros, es un meloso de grandes ligas. Caminé hacia él y a una
distancia de unos 4 pasos mi padre abrió los ojos grande, grande y la expresión
de su cara se fue transformando en un gesto de incredulidad y una emoción de
esas que no puedes controlar. Él quería sonreír, pero comenzó a temblar y
decía:
-¡Ay Dios mío! Pero mira quien está
aquí. ¡Es mi hija, mi hija!
Se me echó encima abrazándome
todo tembloroso y llorando con su carita toda colorada. Realmente fue
emocionante, muy emotivo. Mami no estaba en casa, me cambie de ropa y unos 20
minutos más tarde llegó. Se quedó parada en el balcón saludando y contando
algo, yo salí caminando muy sigilosa desde el interior de la casa y me paré de
frente sin decir nada. Ella mientras hablaba, en un giro de cabeza me vio...
Pego un grito y vino directo a abrazarme riéndose y llorosita.
-¡Ay no lo puedo creer! ¡No lo
puedo creer! Decía. Y ahí se puso a llorar porque mi esposo no pudo venir conmigo.
Comencé a repartir todos los
regalitos que mi esposo le envió a mi familia. Mami dijo que fuéramos a comer
fuera, que estaba muy nerviosa para cocinar. Nos fuimos todos, Mami, Papi,
Yazira y David a sorprender a uno de mis grandes amores, Adriana Paola. Papi la
tomó de la mano desde la salida del colegio y sin dejar de contar sus novedades se montó
en la guagua un poco sorprendida de ver que habían ido todos a buscarla,
entonces yo pegué la cara a la ventanilla abierta y me miro con ojitos grandes,
sonrisa incrédula, se puso nerviosa, no podía hablar y comenzó a reír de una
manera tan chistosa, era como un ¡jijijijiji! ¡jijiji! que todos reímos con
ella pero a carcajadas; esa noche se quedó a dormir en casa para estar con
Titi.
También hicimos un “Mini family
tour”… jajaja. Visité las casas de mis tías, sorprendiéndolas a todas. ¿Las
reacciones? Casi de ataques cardiacos; gritando, abrazando, llamándose unas a
otras, en fin, valió la alegría ese viaje tan largo e incómodo. Es agotador, el
viaje de Bengasi a Vega Alta pero como le dije a mi esposo, es como recargar
las baterías del alma. Y como dijo mi amigo Román; “Tú recargas tu alma y le
acaricias la de ellos”.
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© Daritza Rodríguez-Arroyo, 2014.
Todos los derechos de autor reservados.
Dios mio,q emocion se me salen las lagrimas en verdad cuando vuelvas a PR seremos muchas y me incluyo que deseamos tambien abrazarte. Inshalla!!
ResponderEliminar¡Gracias por compartir mis emociones!
EliminarQue relato hermoso!! Me encanto! Me dio mucho sentimiento!!
ResponderEliminarMuy emotivo, te he acompañado en los sentimientos, sniff!
ResponderEliminar¡Gracias por eso! ¡Gracias por compartir mis emociones!
EliminarLlore de emoción. Que hermoso relato y para ti lleno de muchos sentimientos. Bendiciones para tu familia, para tii y tu esposo.
ResponderEliminar¡Bendiciones para ti también Iris!
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