jueves, 9 de octubre de 2014

10 de octubre de 2013


Un día como hoy hace un año: Puerto Rico y la gente que más amo

 


Un día como hoy, hace 12 meses estaba de visita sorpresa en Puerto Rico, abrazando a mis padres y hermanas, repartiendo regalos y comiendo dulces turcos y árabes en el balcón del campo, allá en Fátima, mi barrio, en mi querido pueblo de Vega Alta. Sorprendí a mi sobrina Adriana a la salida del colegio, se emocionó tanto que ni siquiera pudo emitir palabra. Visité  a mis tías casa por casa, como si fuera un asalto navideño, una parranda; y ellas gritando de la emoción, junto con las primas. Recuerdo las llamadas de los amigos y amigotas para organizar las salidas y los encuentros; apenas habían pasado seis meses desde aquel 24 de abril en que me despedí en llanto, pero con el corazón palpitando fuerte anhelando el encuentro con mi amado.

Un día como hoy lo único que importaba era abrazar largo y apretado, besar muchas veces y grabar en el recuerdo todos esos rostros felices que son parte de mi historia. ¡Qué fuerte es tener el corazón lleno de amor pero partido en dos!

Aquí en Libia tengo a mi amado, a mi compañero de vida, a mi esposo, quien me ha demostrado lo que es amar con verdadero compromiso y entrega. Allá en Puerto Rico están los padres y las hermanas que en la mayor muestra de amor incondicional me respaldaron en mi decisión desde el primer momento, a pesar de lo que ello implicaba para sus corazones de padres, de familia. Mami Santa y Papi Edwin, tuvieron la madurez emocional para hacer mi felicidad la suya. Esta historia comenzó hace tres años y a pesar de la distancia y gracias a la tecnología mis padres, miembros de mi familia y círculo de amistades, le han abierto los brazos a mi esposo y lo esperan con ilusión; han visto que su hija, su hermana, su sobrina, su prima y su amiga está lejos pero feliz, junto a la persona que ama.

El día que me tocó volver a partir, volver a despedirme y renovar la promesa de regresar algún día, mi madre se sentó a escribirle una carta a mi esposo pidiéndome que por favor se la tradujera. Mi madre había observado que a pesar de estar feliz compartiendo con todos ellos, ya extrañaba demasiado a Habibi y estaba ansiosa por regresar a su lado. Después de pasar unos días en Estambul, regrese a Bengasi un 26 de noviembre. Mi esposo abrió el sobre y me entregó la postal para que le tradujera, según leía y traducía a mi esposo se le humedecían los ojitos y a mí se me hacía un nudo en la garganta, fue imposible el no llorar con los sentimientos de mi madre hechos palabras. ¡Somos bendecidos!


Relato del 10 de octubre de 2013 en mi perfil personal: Vega Alta, Puerto Rico

Para que todos entiendan el asunto del césped. Solo mi hermana Yazira sabía que yo vendría, para mis padres sería una sorpresa. Bajé del carro de mi amiga Rose y vi a mi Papá bajando las escaleras y como vestía el “hijab” cubriendo el cabello, pensé que Papi me reconocería. ¿Qué otra persona podría llegar a casa vestida así? No fue así.

Le digo en voz alta, ¡Salam Aleikum! Y contesta en tono de broma,

-¡Aleikum Salam! y me están pisando el césped. Refiriéndose al carro de Rose.

Quedé sorprendida por su frialdad y Rose se puso nerviosa y se montó en el carro para estacionarlo fuera de la grama. El ni siquiera se movió y tanto mis hermanas, Yazira, Glenda y mi “primo-vecino-como hermano” David se quedaron tan sorprendidos como yo de la reacción tan fría y seca de mi padre. Entonces pensé, bueno Dari cada persona reacciona diferente, sólo ve y abrázalo. Pero me sentí mal porque mi Papa es bien expresivo y cariñoso con todos nosotros, es un meloso de grandes ligas. Caminé hacia él y a una distancia de unos 4 pasos mi padre abrió los ojos grande, grande y la expresión de su cara se fue transformando en un gesto de incredulidad y una emoción de esas que no puedes controlar. Él quería sonreír, pero comenzó a temblar y decía:

-¡Ay Dios mío! Pero mira quien está aquí.  ¡Es mi hija, mi hija!

Se me echó encima abrazándome todo tembloroso y llorando con su carita toda colorada. Realmente fue emocionante, muy emotivo. Mami no estaba en casa, me cambie de ropa y unos 20 minutos más tarde llegó. Se quedó parada en el balcón saludando y contando algo, yo salí caminando muy sigilosa desde el interior de la casa y me paré de frente sin decir nada. Ella mientras hablaba, en un giro de cabeza me vio... Pego un grito y vino directo a abrazarme riéndose y llorosita.

-¡Ay no lo puedo creer! ¡No lo puedo creer! Decía. Y ahí se puso a llorar porque mi esposo no pudo venir conmigo.

Comencé a repartir todos los regalitos que mi esposo le envió a mi familia. Mami dijo que fuéramos a comer fuera, que estaba muy nerviosa para cocinar. Nos fuimos todos, Mami, Papi, Yazira y David a sorprender a uno de mis grandes amores, Adriana Paola. Papi la tomó de la mano desde la salida del colegio  y sin dejar de contar sus novedades se montó en la guagua un poco sorprendida de ver que habían ido todos a buscarla, entonces yo pegué la cara a la ventanilla abierta y me miro con ojitos grandes, sonrisa incrédula, se puso nerviosa, no podía hablar y comenzó a reír de una manera tan chistosa, era como un ¡jijijijiji! ¡jijiji! que todos reímos con ella pero a carcajadas; esa noche se quedó a dormir en casa para estar con Titi.

También hicimos un “Mini family tour”… jajaja. Visité las casas de mis tías, sorprendiéndolas a todas. ¿Las reacciones? Casi de ataques cardiacos; gritando, abrazando, llamándose unas a otras, en fin, valió la alegría ese viaje tan largo e incómodo. Es agotador, el viaje de Bengasi a Vega Alta pero como le dije a mi esposo, es como recargar las baterías del alma. Y como dijo mi amigo Román; “Tú recargas tu alma y le acaricias la de ellos”.
JUNTES:

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© Daritza Rodríguez-Arroyo, 2014. Todos los derechos de autor reservados.

7 comentarios:

  1. Dios mio,q emocion se me salen las lagrimas en verdad cuando vuelvas a PR seremos muchas y me incluyo que deseamos tambien abrazarte. Inshalla!!

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  2. Que relato hermoso!! Me encanto! Me dio mucho sentimiento!!

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  3. Muy emotivo, te he acompañado en los sentimientos, sniff!

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  4. Llore de emoción. Que hermoso relato y para ti lleno de muchos sentimientos. Bendiciones para tu familia, para tii y tu esposo.

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