Se supone que
mañana viernes, tendríamos la visita de una familia muy querida. Son las 11:21
p.m. y nos acaban de llamar. Han cancelado la visita porque en su edificio,
donde son alrededor de tres familias palestinas y una libia (que pagan una
renta de interés social, desde hace más de 30 años, cuando los palestinos podían recibir el beneficio, situación que cambió a
mediados de la década del 90, aunque se respetaron los contratos ya existentes)
les han alertado que la población libia del barrio está planificado desalojar a
los palestinos que viven en proyectos del gobierno.
Es el mismo caso de la viuda
palestina que les había contado hace un tiempo; viajó a visitar familiares a
una ciudad en el Sahara y la llamaron que no regresara porque los vecinos
habían traído una familia libia para que ocupara su apartamento, sus
pertenencias fueron repartidas entre los vecinos. ¡Fuertísimo el asunto!
Tenemos a nuestros amigos en
nuestras oraciones, han hecho bien en no dejar el apartamento, aunque sabemos
que en una ciudad donde no hay ley, ni orden y el país está dividido
en dos gobiernos, tarde o temprano nuestros amigos, sus vecinos y muchos otros
palestinos y sirios, que no tienen casa propia, serán desalojados de la peor
manera.
Por otro lado se vale mencionar
que el edificio donde vivimos es privado, el dueño es libio y le renta sólo ha
palestinos y sirios; dice que por lo limpios y cuidadosos que suelen ser con las propiedades y porque mientras trabajan nunca dejan de pagar renta. En estos momentos, donde casi todos los extranjeros han
quedado sin trabajo, este señor no ha recibido el pago correspondiente a la
renta de cuatro familias desempleadas; una palestina y el resto sirias. Hay dos
apartamentos vacíos en el primer piso y los únicos que pagamos renta somos
nosotros.
El dueño del edificio les ha
dicho al resto que el dinero puede esperar, van seis meses, todos nuestros
vecinos continúan desempleados viviendo –comiendo- de ahorros que ya se están agotando,
todos temen ser desalojados en cualquier momento porque a pesar de que el
edificio no es del gobierno, todos entienden que el dueño ha sido
extremadamente indulgente y que no hay que olvidar que este es su negocio y no
un centro de acogida a migrantes indigentes.
¿Regresarse a sus países de origen?Siria está en guerra hace cuatro
años y aparenta ir para largo, mientras que por más de sesenta años Palestina sufre
la exterminación paulatina por parte del gobierno israelí, el sector extremista judío del
país y sus aliados… “No way to run, no place to run”.
Así marcha la vida por estos
lares, donde las preocupaciones y prioridades para muchos son tan básicas y vitales
como el techo y el pan de cada día.
Daritza Rodríguez-Arroyo, Todos los derechos reservados de autor / copyright ©.
losrelatosdeaziza.blogspot.com|De Daritza Rodríguez - Arroyo
Sin palabras :(
ResponderEliminarDios Santo!! Y pensar q eso puede suceder n cualquier pais en estos tiempos incluyendo nuestra Islita!!
ResponderEliminarMy triste y fuerte la situación para todos los involucrados, los tenemos en oración.
ResponderEliminarQue triste situacion, Dios los ampare!!
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