jueves, 19 de marzo de 2015

“No way to run”


 


 Se supone que mañana viernes, tendríamos la visita de una familia muy querida. Son las 11:21 p.m. y nos acaban de llamar. Han cancelado la visita porque en su edificio, donde son alrededor de tres familias palestinas y una libia (que pagan una renta de interés social, desde hace más de 30 años, cuando los palestinos podían recibir el beneficio, situación que cambió a mediados de la década del 90, aunque se respetaron los contratos ya existentes) les han alertado que la población libia del barrio está planificado desalojar a los palestinos que viven en proyectos del gobierno.

Es el mismo caso de la viuda palestina que les había contado hace un tiempo; viajó a visitar familiares a una ciudad en el Sahara y la llamaron que no regresara porque los vecinos habían traído una familia libia para que ocupara su apartamento, sus pertenencias fueron repartidas entre los vecinos. ¡Fuertísimo el asunto!

Tenemos a nuestros amigos en nuestras oraciones, han hecho bien en no dejar el apartamento, aunque sabemos que en una ciudad donde no hay ley, ni orden y el país está dividido en dos gobiernos, tarde o temprano nuestros amigos, sus vecinos y muchos otros palestinos y sirios, que no tienen casa propia, serán desalojados de la peor manera.

Por otro lado se vale mencionar que el edificio donde vivimos es privado, el dueño es libio y le renta sólo ha palestinos y sirios; dice que por lo limpios y cuidadosos que suelen ser con las propiedades y porque mientras trabajan nunca dejan de pagar renta. En estos momentos, donde casi todos los extranjeros han quedado sin trabajo, este señor no ha recibido el pago correspondiente a la renta de cuatro familias desempleadas; una palestina y el resto sirias. Hay dos apartamentos vacíos en el primer piso y los únicos que pagamos renta somos nosotros.

 El dueño del edificio les ha dicho al resto que el dinero puede esperar, van seis meses, todos nuestros vecinos continúan desempleados viviendo –comiendo- de ahorros que ya se están agotando, todos temen ser desalojados en cualquier momento porque a pesar de que el edificio no es del gobierno, todos entienden que el dueño ha sido extremadamente indulgente y que no hay que olvidar que este es su negocio y no un centro de acogida a migrantes indigentes.

 

¿Regresarse a sus países de origen?Siria está en guerra hace cuatro años y aparenta ir para largo, mientras que por más de sesenta años Palestina sufre la exterminación paulatina por parte del gobierno israelí, el sector extremista judío del país y sus aliados… “No way to run, no place to run”.

Así marcha la vida por estos lares, donde las preocupaciones y prioridades para muchos son tan básicas y vitales como el techo y el pan de cada día.

Daritza Rodríguez-Arroyo, Todos los derechos reservados de autor / copyright ©.

losrelatosdeaziza.blogspot.com|De Daritza Rodríguez - Arroyo

4 comentarios:

  1. Dios Santo!! Y pensar q eso puede suceder n cualquier pais en estos tiempos incluyendo nuestra Islita!!

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  2. My triste y fuerte la situación para todos los involucrados, los tenemos en oración.

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  3. Que triste situacion, Dios los ampare!!

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