jueves, 26 de junio de 2014

De playa, elecciones y bombardeos.

Mohamed Zwawi - Caricaturista libio. 
 
 
Si bombardean en un extremo de la ciudad, la gente se mueve al otro, como si nada. Ayer mientras sólo un 20% de los ciudadanos libios asistían a las urnas para ejercer el derecho al voto, y continuaban los enfrentamientos entre extremistas y rebeldes, el resto se lo tomaba como un día de fiesta.
La familia a la que pertenezco son todos extranjeros, es decir no votamos, así que al igual que muchos otros nos fuimos a la playa. Eligieron un balneario pequeño en plena ciudad de Bengasi. Al entrar se paga $1.00 Dinar libio por persona, cuenta con estacionamiento, áreas deportivas, barbacoas, baños, cambiadores, venta de refrigerios y espacios habilitados para orar. El ambiente es seguro y familiar.
La familia llegando al balneario
Vista del ambiente playero en el balneario
 
Mientras disfrutábamos nuestro día de playa en la hermosa costa mediterránea de Bengasi, desde el otro extremo de la ciudad se escuchaban las detonaciones de los enfrentamientos. Cada vez que un avión atravesaba nuestro espacio aéreo todos elevaban las miradas entre los huecos de las sombrillas y carpas de playa, la tensión duraba lo mismo que el avistamiento, ya luego la vida continuaba en esa sabrosura que sólo el mar puede aportar.
De cierto modo los días de playa libios me recuerdan los que viví en mi infancia en mi querido Puerto Rico.  Al igual que las familias boricuas, las árabes llegan a la playa atestadas de comida. Vi platos de arroz y cordero pasándose de mano en mano, las barbacoas expedían ese olorcito rico característico del  pollo a la brasa y bajo cada sombrilla o carpa había una hornilla donde se preparaba el té con menta fresca.
En la nuestra también hubo té. Mis cuñadas llevaron sándwiches de atún con perejil, tomates y salsa “harissa” (salsa picante) y por mi parte preparé un “Moussaka griego”, un “Cielito Lindo mexicano”, bizcochitos de yogurt
 

y parte de los chocolates Twix de Marido. Pasamos un muy buen día en familia. Mi suegra se distrajo, mi marido como siempre fue el “guardaespaldas” del grupo, sólo nos bañamos mis sobrinas, mi concuñado y el sobrino que está a punto de casarse y yo. Mis cuñadas casadas sólo charlaron, pero se les veía muy a gusto como la mayoría de las mujeres bajo las sombrillas.
 

No sé si estuvo bien, pero yo apenas llegué me quité la falda larga que llevaba y me fui directito al mar con las sobrinas. Había algunas mujeres en el agua, pero la mayoría de los bañistas eran hombres y niños de ambos sexo. Constantemente veía a mi esposo elevado de cuello a la distancia, asegurándose que los que estábamos en el agua estuviésemos tan bien como su madre y las dos hermanas a las que acompañaba. De vez en cuando  se acercaba, se enrollaba el ruedo del mahón para sentir el agua en los pies mientras les ordenaba a las niñas que no se alejaran tanto y nos tomaba fotos.
Nunca había ido a la playa tan envuelta en ropa. Me bañé como lo hace el resto de las mujeres, con “hijab”, ropa cubridora o “abaya”. Debo confesar que aunque me sentí extraña, no fue tan incómodo como me lo imaginaba. De hecho, incluso los hombres entran vestidos de camisa o camisilla y bermudas; observe muy pocos de torso desnudo.
Mi esposo me preguntó si estaba contenta, le dije que mucho. Llevaba más de un año deseando ir a la playa, bañarme en agua de mar, zambullirme, flotar, mover todo el cuerpo, sentirme a gusto. Hay cierta libertad en esa ilusión de ingravidez  que brinda la densidad del agua de mar.
Foto tomada de Internet
Al llegar a la casa nos enteramos de que los enfrentamientos dejaron un saldo de tres muertos y más de veinte heridos entre los combatientes. Mientras nosotros volvíamos con los rostros sonrientes, tostados de sol, cubiertos en arena y sal; esas vidas se apagaban y en forma de espesas y negras humaredas sus almas se elevaban hasta lo más alto del cielo de Bengasi. Así transcurre la vida por estas tierras, siempre a los extremos.
 
 
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10 comentarios:

  1. Ay Dios... que cosas tiene la vida. Lamentablemente hay que seguir viviendo aunque otros estén muriendo... Me encanta que te hayas divertido... que cosa... se que no estamos acostumbradas a tanta ropa, pero cuando se ama nos ajustamos al amor. Al final si ellos están felices nos harán felices!!! A vivir Aziza!!
    Dios te cuide!!! Me encantaron las fotos!!!

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    1. Pues como dije, pensé que me iría peor con lo de la ropa. La verdad lo pasamos bien. Eché de menos las hamacas y las palmeras. Lol

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    2. Ay Daritza... no soy ni muy emocional ni tan, tan afectiva... pero siento que te quiero... ojala cuando me case en Algeria podamos seguir en contacto!!!

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    3. ¡Gracias por quererme! ¡Oye! Esa de que te casas en Algeria no me la sabía.

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  2. Anduve dos veces por Tunisia y el mar mediterraneo es espectacular....aunque no lo tenia planeado como quiera entre al mar porque como es posible que no....me toste igual que en PR como iba de turista pues a nadie le preocupa como vistes asi mismo entre al mar y caminamos como 4 millas para llegar al hotel y cuando llegue ya estaba seca LOL LOL....es triste ver que se pierdan vidas ...no hay ninguna justificacion para esto...solo Allah sabe todas las cosas...pero el nos ha dado lo que se llama comunicacion pero el ser humano no entiende de razones...espero en Dios que ya todo termine. Ah y cuando fui al mar ni arroz con gandules ni palmeras.....pero rica el agua :)

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    1. Te hizo falta el caldero de arroz con pollo y la olla de habichuelas coloras con calabaza. ¡Jiji!

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  3. Interesantísimo como siempre. Sólo quería corregir algo que leí en los comentarios porque parece que nos estamos malacostumbrando en Puerto Rico a no conocer bien los nombres geográficos en nuestra lengua. Los dos países magrebíes que se encuentran entre Marruecos y Libia se llaman, en español, Argelia y Túnez. "Algeria" y "Tunisia" son sus nombres en inglés.

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    1. Tienes toda la razón Joselito, y vivir entre tres idiomas no ayuda mucho.

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  4. jajajaja, Aziza me tuve que reir con tu descripcion de la comida que llevaron a a la playa. Tan similar a nosotros, un banquete de dos o tres platos. Y la barbacoa en funcion. Que muchas coas o actividades similares nos unen a otras poblaciones del mundo, estando tan lejos. Un abrazo.

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